ESO- BTO. Oración de la
mañana. Viernes, 18 de octubre de
2.019
En
el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.
"Quiero construirme un amor que busque más el dar que el recibir. Un amor, a veces, de guerrilla y otras, de andar por casa. Un amor que hable el idioma de los que, en medio de sus ajetreadas vidas, piensan que siempre hay espacio para la ternura.
Un amor que no se mira a sí mismo, sino que sale al encuentro buscando llenar el corazón de muchos más nombres que el propio. No busco un amor perfecto. Sólo quiero un amor que hable de Ti y de tu Buena Noticia. Un amor que camina hacia TI y te tenga presente en cada mirada, cada caricia e, incluso, cada reproche, pues Tú nos ha regalado la alegría del amor y a Ti ha de regresar. Un amor que confíe, se ampare y se base en Ti." ( Ana R.L)
"Quiero construirme un amor que busque más el dar que el recibir. Un amor, a veces, de guerrilla y otras, de andar por casa. Un amor que hable el idioma de los que, en medio de sus ajetreadas vidas, piensan que siempre hay espacio para la ternura.
Un amor que no se mira a sí mismo, sino que sale al encuentro buscando llenar el corazón de muchos más nombres que el propio. No busco un amor perfecto. Sólo quiero un amor que hable de Ti y de tu Buena Noticia. Un amor que camina hacia TI y te tenga presente en cada mirada, cada caricia e, incluso, cada reproche, pues Tú nos ha regalado la alegría del amor y a Ti ha de regresar. Un amor que confíe, se ampare y se base en Ti." ( Ana R.L)
Terminamos rezando todos juntos la
oración del mes extraordinario del DOMUND.
Padre nuestro,
tu Hijo Unigénito Jesucristo
resucitado de entre los muertos
encomendó a sus discípulos el mandato
de
"id y haced discípulos a todas
las gentes".
Tú nos recuerdas que a través
de nuestro bautismo
somos partícipes de la misión de la
Iglesia.
Por los dones de tu Santo
Espíritu, concédenos
la gracia de ser testigos del
Evangelio,
valientes y tenaces,
para que la misión encomendada a la Iglesia,
que aún está lejos de ser completada,
pueda encontrar manifestaciones
nuevas y eficaces
que traigan vida y luz al mundo.
Ayúdanos a hacer que todos los
pueblos
puedan experimentar el amor
salvífico
y la misericordia de Jesucristo,
Él que es Dios y vive y reina
contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén
Venerable Mary Ward, ruega por nosotros
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