El siguiente relato es verdaderamente conmovedor. Ojalá todos tuviésemos tanta generosidad.
La petición de un niño de 11 años conmovió a todo un equipo de médicos, quienes, literalmente, "se quitaron el sombrero" ante la inesperada solicitud del pequeño.
El pequeño Liang sabía que se estaba muriendo a causa de un tumor cerebral. Así que le pidió a sus doctores que tomaran sus órganos y los donaran antes de su muerte.
"Deseo estar vivo, pero de otra manera. Ayudando a otros a aliviar su dolor", les explico el niño a los doctores, que no salían de su asombro.
Antes de ser llevado al quirófano, todo el equipo médico implicado se inclinó ante él haciéndole una reverencia mientras la madre lloraba al fondo. Había llegado el final.
Sólo se necesitaron 8 horas para que su hígado, sus pulmones, su corazón y sus riñones salvaran vidas.
El sueño de Liang Yaoyi era convertirse en doctor, así que pidió también que su cuerpo fuera donado a la escuela de medicina.
Un verdadero milagro no necesariamente tiene que llegar del cielo.
Hay que ser consecuentes, generosos y solidarios con nuestros semejantes.
Mañana los podríamos necesitar.
Venerable Mary Ward, ruega por nosotros
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