Oración de la mañana 21-11-2018 Secundaria y Bachillerato

La denominación 'chicos de los barrios bajos' no sienta nada bien entre los jugadores del Mathare United, el campeón de la liga de fútbol de Kenia de hace varios años. El equipo, proveniente de una de las mayores barriadas de la capital keniana, Nairobi, hacen oídos sordos a los desprecios de la competencia.

Los futbolistas del Mathare disfrutan de poder jugar la Liga de Campeone
s africana. El título de liga no es sólo la cumbre en los 21 años de existencia de la Federación de Deporte Juvenil Mathare, origen del equipo profesional, sino que es también el triunfo de un proyecto que saca a los niños pobres de las calles, les da confianza y sentido de la responsabilidad.

El orgullo y el ambiente de fiesta reinan en Mathare, donde decenas de miles de personas viven en la más amarga pobreza. El desempleo y el sida son altos. Los niños que esnifan pegamento también pertenecen a la vida cotidiana del barrio. Las chabolas están repletas de madres solteras que cuidan de sus numerosos hijos.

En esa zona de la ciudad, la criminalidad, la drogadicción y el alcoholismo pertenecen al día a día.

La mayoría de los futbolistas del Mathare estuvieron una vez entre esos niños, que a través del deporte se estabilizaron y encontraron una meta para su vida. Ahora son ejemplos a seguir para los niños de la barriada.

Ir con un coche deportivo a entrenar mientras sus novias están de compras en lujosas tiendas, es algo que no va con los jugadores del Mathare. Ellos, como todos los miembros de MYSA, dedican 60 horas de trabajo social. Mientras los más pequeños recogen la basura de las calles, los mayores instruyen sobre la protección contra el sida.

Un gran ejemplo el que nos muestra este equipo, que tiene como principal objetivo sacar a los niños y niñas de las calles, educar, mejorar la vida de la gente. Con todo, han logrado entrar en la Liga de Campeones africana, pero ellos tienen claro que lo importante es cambiar todo lo malo que hay en su pueblo. En el deporte ganar no lo es todo…, piensa en todo lo bueno que puede traer: amigos, esfuerzo, trabajo en equipo, colaboración… Eso es lo importante, el resultado lo secundario.

Venerable Mary Ward, ruega por nosotros.