LOS DEPORTISTAS TAMBIÉN CONFÍAN
Buenos días a todos. La reflexión de hoy va en torno al deporte. Esta actividad no es buena solamente por el beneficio que tiene para nuestra salud, sino que puede aportarnos muchas cosas más.
Os cuento:
El otro día televisaban, en diferido, una prueba del mundial de natación disputado este verano en Barcelona. Consistía en saltar desde un trampolín a mucha altura.
Aparte del maravilloso espectáculo que regalaban, lo más interesante era ver que tenían un sentido muy sano de lo que es competir. La verdadera competición era con uno mismo, era dar lo mejor para disfrute suyo y disfrute del público, pero es que además comprobabas el tremendo disfrute y entusiasmo que compartían los demás competidores mientras otro saltaba. En cuanto realizaban el salto y salían del agua se abrazaban y se elogiaban como los amigos de verdad.
Los comentaristas estaban desconcertados al ver las muestras de cariño que se daban, decían: menuda lección de admiración, de respeto y de apoyo mutuo. Esto me recuerda también a otros deportes, como el fútbol y el baloncesto en los que empiezas a escuchar en las ruedas de prensa como hablan, por ejemplo, los jugadores de futbol cuando ganan: hablan con verdadera humildad, sentido de equipo y agradecimiento.
Me gustaría que nos quedásemos con estas actitudes, porque son un seguro de vida: aprender a ser humildes y aprender a ser agradecidos. Os aseguro que, teniendo estas actitudes, os vendrán muchas situaciones que son como un regalo en el día a día.
¿En qué otras situaciones pensáis que es muy útil tener estas actitudes?
Padre Nuestro.
Venerable Mary Ward, ruega por nosotros.
Padre Nuestro.
Venerable Mary Ward, ruega por nosotros.
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