miércoles, 25 de septiembre de 2019





ESO-BTO. Oración de la mañana
 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


¿Sueles enfadarte mucho?, ¿con quién lo haces?, ¿con los que más quieres, por casualidad?
Y cuando lo haces, ¿gritas?, ¿dices cosas hirientes?, ¿te arrepientes luego de lo que has hecho? La siguiente historia, que es un diálogo entre un maestro y su discípulo pueda hacerte pensar un poco. Quizá te sea muy útil para cuando estés con tu familia y amigos en este fin de semana que ahora comienza.

- ¿Por qué grita la gente cuando está enojada? – preguntó el maestro-.

- Porque perdemos la calma. Por eso gritamos... - contestó un discípulo-.

- Pero... ¿Por qué gritar si la otra persona está a tu lado? -Volvió a agregar el maestro. Nadie contestó esta vez y el maestro entonces dijo:

- Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir dicha distancia deben gritar mucho para escucharse.

Cuanto más enojados estén, más alejados estarán y tendrán que gritar más para poder escucharse el uno al otro. Sin embargo, cuando dos personas se enamoran, se hablan suavemente, porque sus corazones están muy cerca el uno del otro. La distancia entre ellos es muy pequeña.

Cuando discutas, no dejes que tu corazón se aleje. No digas palabras hirientes que te distancien más, pues llegará algún día en que esa distancia será tan grande que no podrás encontrar el camino de regreso y ya te habrás quedado sin voz de tanto gritar.

Señor, que nuestro corazón siempre este cercano al hermano. Gloria al Padre...

Venerable Mary Ward, ruega por nosotros

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