En la mirada de una imagen, una estampita o una medalla. Bajo el signo de un rosario sabemos que no vamos solos, que Ella nos acompaña. Y encontramos en Ella una verdadera Madre que nos ayuda a mantener viva la fe y la esperanza en medio de situaciones complicadas. Una madre cuida de su hijo hasta el fin, y trata de salvarle la vida hasta el fin. María es la que ayuda a bajar a Jesús, lo trae del Cielo a convivir con nosotros. Es la que cuida, mira, avisa, está. Por más que conozcamos a Jesús, nadie puede decir que es tan maduro como para prescindir de María. Nadie puede prescindir de su madre. Pensad, escribid o dibujad cómo os imagináis a la Virgen María después de este mes dedicado a ella.
Ave María.
Venerable Mary Ward, ruega por nosotros.
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